Arzobispo Nappa en el CAM6: Volvamos todos al primer anuncio


En la sexta edición del Congreso Americano Misionero CAM6, que comenzó el martes con una celebración eucarística festiva y participativa en el Auditorio “Juan Pachín Vicéns” de Ponce, han continuado los trabajos en la Pontificia Universidad Católica de Puerto Rico.

La primera jornada, que ha incluido los saludos institucionales y una introducción teológica y metodológica al Congreso, ha culminado con la ponencia de Monseñor Roberto González Nieves, arzobispo de San Juan, quien ha abordado el papel histórico de Puerto Rico en la fe de América, destacando la llegada de Alonso Manso, el primer obispo al continente.

Trinidad y Misión

En la segunda jornada, el congreso ha proseguido con la participación de Mons. Raúl Biord Castillo, arzobispo de Caracas, quien ha abierto los trabajos de la jornada dirigiendo una mirada renovada sobre la misión y la sinodalidad con la ponencia La misión nace de la Trinidad: de la missio Dei a la missio eclessiae.

“La Trinidad ontológica es la fuente de la misión, por lo que podríamos hablar de una Trinidad en misión. Podemos pensar que la misión es el hilo conductor de todo el relato bíblico. Nuestro Dios es el Dios de la Misión”, señaló el prelado venezolano.

Afirmó también que la misión, antes de ser un desafío pastoral, es sobre todo un desafío teológico y espiritual. Invitando a “encontrar una comprensión adecuada y compartida de la misión, reflexionar sobre sus condiciones y consecuencias y a orar para que el Señor de crecimiento a lo sembrado”.

Ponerse en movimiento

A continuación, el arzobispo Emilio Nappa, presidente de las Obras Misionales Pontificias (OMP), partiendo de tres palabras clave: “ir, invitar y banquete” del mensaje del Santo Padre para la Jornada Mundial de las Misiones 2024, ha explicado el sentido de la misión, haciendo referencia a varios textos evangélicos y a los mensajes del Papa en las tres últimas Jornadas Mundiales de las Misiones.

“¡Vayan! La misión es movimiento. Implica siempre una puesta en movimiento. ‘La misión es un incansable ir hacia toda la humanidad para invitarla al encuentro y a la comunión con Dios’, nos dice el papa Francisco (Mensaje JMM 2024) –afirmado el arzobispo Nappa–. A veces se puede ir por todo el mundo permaneciendo encerrados en uno mismo. Otras veces, en cambio, permaneciendo en el mismo lugar, uno se abre para compartir las angustias y las alegrías de una humanidad desconocida e ilimitada. Nuestra Iglesia, aquí en América, también está llamada a moverse para ser auténticamente misionera”.

Refiriéndose luego al mensaje de la Jornada Mundial de las Misiones 2022 “Serán mis testigos”, que ha inspirado a los organizadores del CAM6 para el lema de la edición de este año, el presidente de las OMP ha recordado que el Papa, comentando la afirmación de Cristo a los discípulos “serán mis testigos hasta los confines de la tierra”, escribe: “La indicación ‘hasta los confines de la tierra’ debe interpelar a los discípulos de Jesús en cada época e impulsarlos siempre a ir más allá de los lugares habituales para dar testimonio de Él”.

Ser portadores de una invitación a los otros

La segunda palabra en la que se ha detenido el presidente de las OMP es “invitar”, que también está en el centro del anuncio del Evangelio. “Ser misionero significa ser portador de una invitación de Otro”, ha explicado el arzobispo Nappa. “No podemos ni debemos cansarnos de anunciar el Evangelio, entablando un diálogo genuino y profundo con todos los contextos culturales y sociales. No se trata de imponer ni hacer proselitismo. Esta invitación debe llegar a todos los rincones, no solo en un sentido geográfico, ¡sino también existencial!”.

A propósito de la “geografía” de la misión, el presidente de las OMP ha señalado que hoy parece haberse superado la clara distinción entre “primera” y “nueva” evangelización. Y ha dicho al respecto: “Asistimos cada vez más a una ósmosis entre territorios y pueblos de antigua y reciente evangelización. A menudo nos sorprende la frescura y el entusiasmo de los hermanos y hermanas de las Iglesias jóvenes, a quienes se dirige principalmente mi trabajo diario. Pero también nosotros, aquí, en el Occidente que parece cansado y distraído, todavía tenemos algo que dar… con nuestra tradición que debe ser reavivada, rejuvenecida… con nuestras fuerzas y también nuestros fracasos, que pueden ser un recordatorio útil para las Iglesias más jóvenes. Todos estamos llamados a volver una y otra vez a ese ‘primer anuncio’, fuente siempre viva de toda actividad de la Iglesia”.

Por último, la palabra “banquete”, signo elocuente e intenso del compartir, ha sido tratada por el presidente de las OMP. “Dios nos ha preparado un banquete y quiere que seamos sus comensales; el anuncio del Evangelio, para no quedarse en una mera ‘proclamación’, debe convertirse en algo a compartir”, subrayó. “Vivir la misión debe llevarnos a compartir nuestros recursos, a redistribuir la riqueza. Y esta es una tarea que debo afrontar a diario”.

Fuente: Agencia Fides