JORNADA DE LA INFANCIA
Y ADOLESCENCIA MISIONERA
- JONIAM
¿Qué es la Jornada de la Infancia y Adolescencia Misionera (JONIAM)?
La Obra Pontificia de la Santa Infancia (POSI) organiza cada año una Jornada, durante la cual atrae la atención de los niños hacia las necesidades espirituales y materiales de los más pequeños de todo el mundo. Los niños y adolescentes son animados a ofrecer a otros su ayuda en forma de oración, de sacrificios, de donativos, estimulándoles a descubrir en ellos el rostro mismo de Jesús. Al llamar su atención sobre las necesidades de los niños y adolescentes pobres de bienes materiales, no se debe dejar de poner de manifiesto la riqueza de sus valores espirituales. Abriéndose unos a otros, los niños y adolescentes aprenden a conocerse y a quererse como hermanos y de este modo se enriquecen mutuamente. (Estatutos de las OMP #15).
Objetivo
Principal
El objetivo principal de las Jornadas de la Infancia y Adolescencia Misionera, es promover en los niños, niñas y adolescentes una corriente de solidaridad con los niños más necesitados del mundo. Hoy la Infancia Misionera sigue manteniendo este compromiso con los niños más pobres del planeta. Con el dinero que los mismos niños ofrecen se sostiene el Fondo Universal de Solidaridad. Con los subsidios que se entregan a las iglesias más marginadas se intenta responder a tres necesidades de los niños y niñas:
- Protección física y moral
- Enseñanza escolar
- Educación en la fe
- Las ofrendas de los niños de todos los países contribuyen a formar un fondo de solidaridad que tiene por fin ayudar a las obras y a las instituciones de los niños más pobres” (Estatuto 18).
JONIAM 2022:
“Como Paulina Jaricot
somos testigos de Jesús
en la misión”
Una vez más nos disponemos a la celebración de la Jornada Nacional de la Infancia y Adolescencia Misionera. En esta oportunidad haremos nuestro camino de la mano de la Venerable Pauline Jaricot quien será beatificada el próximo 22 de mayo en Lyon, Francia. Ella hizo realidad en su vida la promesa y el envío de Jesús “Ustedes serán mis testigos” (Hech 1,8). Por eso será nuestra compañera en la aventura de redescubrir lo importante que es la cooperación misionera espiritual y material para la vida de la Iglesia.
Con tan solo 19 años Pauline Jaricot se identificó con las adversidades y necesidades que enfrentaban los misioneros. Como lo expresaba en su lema de vida: “Estoy hecha para amar y actuar. Mi claustro es el mundo”, no se quedó indiferente ante las necesidades de la Iglesia misionera. Su intuición inicial de orar por las misiones e involucrar a muchos para su sostenimiento sigue teniendo una enorme vigencia.
La preocupación de Pauline por la evangelización de los pueblos la llevo a organizar la recaudación de fondos para la misión, inventando la primera red social misionera. En “decenas”, “cientos” y “secciones”, los donantes se reunían para donar y compartir noticias de la misión, creando más decenas de donadores. El sistema se institucionalizaría con la creación de la Obra Propagación de la fe en 1822 y rápidamente ganó un alcance considerable en Francia, en Europa y luego en todo el mundo.
Queremos que a lo largo de este año la IAM viva intensamente el legado de Pauline Jaricot que es también parte de su historia. No olvidemos que Mons. Carlos Forbin Janson conversó con ella sobre su deseo de que los niños cristianos salvaran a los niños de otras partes del mundo, ofreciendo cinco céntimos al mes y rezando una breve oración. Esta idea que brilló en la mente de Monseñor Forbin Janson también fue querida por Paulina. También fue una de las primeras inscritas en la Infancia Misionera.
Las ideas se convirtieron en hechos: el prelado se propuso destinar su vida y parte de su fortuna a la noble causa. Los niños cristianos, con oración, sacrificio y ayuda, se encargarían de salvar a los niños de todo el mundo. Vendría a ser esta Obra, la Propagación de la Fe para los niños.
En este año 2.022 celebraremos el Centenario de la designación de las 4 obras como Pontificias por el Papa Pio X, el Bicentenario de la fundación de la Obra de la Propagación de la Fe y Cuatricentenario de existencia de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos. Estos aniversarios son una ocasión sin igual para agradecer todo el bien que Dios a través de las OMP ha hecho y continúa realizando en la Iglesia universal y en especial a través de la IAM que ha formado varias generaciones de cristianos misioneros.
Será este año también un tiempo propicio para el discernimiento sobre nuestra identidad, los desafíos que la realidad actual nos impone y los procesos formativos que llevamos adelante.
Que este subsidio que ahora presentamos sea de provecho para prepararnos a todas estas celebraciones. ¡Vivamos con alegría la JONIAM! Demos gracias a Dios por llamarnos a esta bella Obra en la que niños y adolescentes experimentan la alegría misionera y crecen en la corresponsabilidad evangelizadora.
Un fuerte abrazo, Dios les bendiga.
P. Ricardo Elías Guillén D.
Director Nacional