Los 300 jóvenes de un seminario, el futuro de la Iglesia de Tanzania
El seminario mayor de San Pablo en Kipalapala, casi en el centro geográfico de Tanzania acoge seminaristas llegados de las 35 diócesis católicas del país. Con nada menos que 290 seminaristas, el seminario es una herencia de los Padres Blancos que lo fundaron hace 100 años.
El cardenal Protase Rugambwa, Arzobispo de Tabora, la diócesis donde está enclavado el seminario, señalaba: “Estamos agradecidos a Dios por el continuo crecimiento de las vocaciones en el Seminario Mayor San Pablo de Kipalapala, donde actualmente contamos con cerca de 290 seminaristas que están completando sus estudios teológicos”. Estas declaraciones a la Agencia Fides de las Obras Misionales Pontificias, las hacía la semana pasada con motivo de la graduación de 40 seminaristas que han completado sus estudios teológicos y que, en breve, se ordenarán sacerdotes.
El seminario de Kipalapala es uno de los tres Seminarios de Teología que dirige la Conferencia Episcopal de Tanzania. Situado en la arquidiócesis de Tabora, fue fundado en 1918 por los Misioneros de África cuando la archidiócesis era entonces el Vicariato Apostólico de Unyanyembe. Se estableció en la localidad de Ushirombo, donde tenía su sede el vicariato. Más tarde se trasladó a un lugar conocido como Utinta, en la actual diócesis de Mpanda, y desde 1925 está en Kipalapala.
Las Obras Misionales Pontificias no han dejado de apoyar a este seminario. Curso tras curso les han hecho llegar la generosidad de muchos fieles de todo el mundo. Son cristianos convencidos de que el futuro de la Iglesia está en el apoyo a las vocaciones. En este último curso se les ha apoyado con 125.000 euros. De esta forma, en el día a día del seminario de San Pablo, están presentes todos los donantes de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, que tiene como objetivo el apoyo decidido a las vocaciones en los países de misión. Con 25.000 euros se ha podido financiar la lavandería del seminario. Los otros 100.000 euros enviados, una cantidad fija con la que cuentan cada año, han ido destinados a alimentación y a pagar agua, luz y otros gastos fijos.
Ante el centenario del seminario, se han preparado una serie de actos que concluirán el próximo año y que tienen como objetivo que tanto los católicos tanzanos como los mismos seminaristas tomen conciencia de que tener sacerdotes bien formados y santos es de importancia vital para el futuro de la vida y la misión de la Iglesia en Tanzania y en todo el mundo.
Fuente: OMPPRESS