Caracas.- En la CXIV Asamblea Ordinaria Plenaria del Episcopado Venezolano el Mons. Mario Moronta Obispo de San Cristóbal y Primer Vicepresidente de la CEV explicó las acciones pastorales que se han realizado en relación al Ius Commissionis, para la atención del Vicariato Apostólico del Caroní
El Mons. Moronta detalló que el clero diocesano asumió la responsabilidad con gran aceptación e ilusión, reconociendo que se trata de un reto exigente, pero un importante llamado ser una Iglesia misionera y en salida. Explicó que ya se han realizado dos reuniones con el colegio de consultores, en las que se obtuvieron sugerencias y recomendaciones para esta misión. La Diócesis de San Cristóbal, gracias al contacto con el actual Vicario Apostólico, Mons. Felipe González, conoce ya el informe general de la situación del vicariato, a pesar de los diversos problemas de comunicación que se tienen en el país, reseñó Prensa CEV.
Además, dijo que se solicitó a los sacerdotes y seminaristas de San Cristóbal, su ofrecimiento voluntario para acudir al Vicariato Apostólico del Caroní, teniendo ya la disponibilidad confirmada de 4 presbíteros y un seminarista de 4to año de teología. Esta misma invitación se ha realizado a laicos, con los que se plantearía la posibilidad de crear un equipo misionero. El Obispo resaltó que desde la Pastoral Juvenil de San Cristóbal, hay jóvenes con inquietud de sumarse a la misión.
Próximamente se estará realizando un encuentro formativo de carácter intensivo con los que constituyan el primer grupo que iría al Caroní, y que en la medida de las posibilidades, en lo que haya flexibilización de la situación de cuarentena debido a la pandemia, se enviará una comisión para hacer contactos en la misma región del Vicariato
Por su parte, Mons. González expresó sentirse muy alegre por la disponibilidad de la Iglesia en Venezuela de asumir la responsabilidad del Vicariato que necesita ayuda para que la fe en Cristo se expanda, poniendo en práctica las virtudes teologales y haciendo conocer entre la población del Caroní, su dignidad humana. “La obra de Cristo está plantada, solo hay que regarla, mantenerla, para que dé frutos abundantes” , afirmó.