Mons. Carlos Augusto
Forbin-Janson
Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera
Vida
Mons. Carlos Augusto de Forbin-Janson, fue un hombre que desde pequeño soñó con ayudar y entregar su vida al servicio de quien lo necesitara. Nació en París, Francia, en noviembre de 1785. Luego de recibir su primera comunión, se inscribió en una asociación que ayudaba a los más desfavorecidos en las cárceles y hospitales.
Perseguidos por la violencia de la Francia de su época contra la aristocracia, él y su familia se vieron obligados a huir de su país, pero sintió la llamada de Dios al sacerdocio y, sin dudarlo, en 1808 entró al seminario, siendo ordenado sacerdote en 1811.
La obra
En los primeros meses de 1842, en la mente y en el corazón de Mons. Forbin, seguía resonando ese deseo de ir a China y aquellas noticias sobre los muchos niños y especialmente niñas que morían abandonados o asesinados. En el verano de ese mismo año, Mons. Forbin Janson pasó por Lyon para entrevistarse con la beata Paulina Jaricot, con quien mantenía una estrecha relación desde que esta, veinte años antes, fundara la Obra de la Propagación de la Fe. En diálogo con Paulina, su proyecto empezó a tomar forma.
Con la orientación de Paulina Jaricot, el obispo logró hacer en los niños una “propagación de la fe infantil”. El mismo objetivo: un Avemaría, seguida de una jaculatoria y una ofrenda de una moneda al mes, salvaría la vida de muchos niños de China. Los niños y niñas no solo ayudaban a Cristo a salvar muchas vidas, sino que también recibían formación humana y espiritual para que esta causa fuese más edificada en las raíces católicas. La Obra de la Santa Infancia, en referencia a la infancia de Jesús, llegó a su fundación el 19 de mayo de 1843.