Juana Bigart

Juana Bigart

Juana
Bigard

Obra Pontificia de San Pedro Apóstol

Fundadora

Vida

La historia de Juana Bigard, nacida un 8 de diciembre de 1859, es un testimonio de vida entregada al cuidado y apoyo de las vocaciones sacerdotales en los países de misión. Juana, es la fundadora de la Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, una de las cuatro Obras Misionales Pontificias, establecida en 1889 después de la creación de la Obra Pontificia de la Propagación de la Fe (POPF) en 1822 y la Obra Pontificia de la Santa Infancia (POSI) en 1843. Esta obra encuentra sus raíces en la profunda sensibilidad misionera de Juana Bigard y su madre, quienes dedicaron toda su vida al apoyo de los misioneros en todo el mundo.

La obra

Fue el servicio de la POPF lo que inspiró a Marie-Zoé du Chesne, quien, antes de fundar la POSPA, había establecido en Orleans, en 1838, la “Opera Apostolica”. Esta organización tenía como objetivo proporcionar a los misioneros católicos franceses en el extranjero elementos litúrgicos como cálices, crucifijos, altares portátiles, mobiliario sagrado, manteles y otros artículos necesarios para su ministerio. La intuición de Marie-Zoé du Chesne demostró ser precursora de la fundación de la POSPA, que también se ocuparía de estas necesidades litúrgicas, pero destacaría proféticamente la importancia de las vocaciones locales en la propagación del Evangelio.

Juana Bigard y su madre, animadas por la voluntad de comprometerse concretamente, ofrecieron oraciones y sacrificios por los misioneros y, al mismo tiempo, empezaron a apoyar económicamente las necesidades que se les planteaban creando una red de simpatizantes mediante una labor de sensibilización capilar e incesante. Fue un misionero francés en Japón quien habló de Bigard y de su madre al vicario apostólico de Nagasaki, Jules-Alphonse Cousin, quien, habiendo creado ya un seminario para la formación de sacerdotes japoneses, no disponía de medios para mantenerlo y apoyar económicamente a cada aspirante. Mons. Cousin se dirigió a Juana en 1899, en una carta fechada el 1 de junio, carta que marcaría para siempre el inicio de la Obra de San Pedro Apóstol.