Indulgencia Plenaria en la Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos
La Penitenciaría Apostólica publicó el 5 de julio del año en curso un decreto según el cual se concede Indulgencia Plenaria a los abuelos, ancianos y a todos los fieles que, animados por el verdadero espíritu de penitencia y caridad, participen en la III Jornada Mundial de los Abuelos y Ancianos el próximo domingo 23 de julio.
Esta indulgencia plenaria aplicará a quienes participen en la solemne celebración que presidirá el Santo Padre Francisco en la Basílica Papal Vaticana, o en las diversas funciones que tendrán lugar en todo el mundo. Las condiciones para recibir dicha indulgencia son las habituales: confesión sacramental, comunión eucarística y oración según las intenciones del Sumo Pontífice.
Asimismo, podrán obtenerla, dado el desapego de todo pecado y la intención de cumplir a la mayor brevedad las tres condiciones acostumbradas, los ancianos enfermos y todos aquellos que, no pudiendo salir de su domicilio por causa grave, se sumen espiritualmente a las funciones de los Sagrados Corazones de la Jornada Mundial, ofreciendo a Dios Misericordioso sus oraciones, los dolores y sufrimientos de sus vidas, especialmente mientras las palabras del Sumo Pontífice y las diversas celebraciones serán transmitidas a través de los medios de comunicación.
Además, la Penitenciaría Apostólica, en el mismo decreto, concede en ese mismo día la Indulgencia Plenaria a los fieles que dediquen un tiempo adecuado a visitar personalmente o virtualmente, a través de los medios de comunicación, a los hermanos mayores necesitados o en dificultad (como los enfermos, los abandonados, los discapacitados…).