IAM: 60 años al servicio de la Iglesia en Venezuela


60 Aniversario IAM

La Pontificia Obra de la Infancia y Adolescencia Misionera (IAM), una de las cuatro Obras Misionales Pontificias (OMP) de Venezuela, celebra sus 60 años al servicio de la animación y cooperación misionera con niños y adolescentes en Venezuela.

Orígenes de la Obra

La Obra de la Santa Infancia tuvo sus orígenes en Francia, gracias a la intuición de Mons. Carlos Agusto Forbin-Janson. En los primeros meses de 1842, en la mente y en el corazón de Mons. Forbin, resonaba el deseo de ir a China y aquellas noticias sobre los muchos niños y especialmente niñas que morían abandonados o asesinados.

En el verano de ese mismo año, Mons. Forbin Janson pasó por Lyon para entrevistarse con la beata Paulina Jaricot, con quien mantenía una estrecha relación desde que esta, veinte años antes, fundara la Obra de la Propagación de la Fe. En diálogo con Paulina, su proyecto empezó a tomar forma.

Con la orientación de Paulina Jaricot, el obispo logró hacer en los niños una “propagación de la fe infantil”. El mismo objetivo: un Avemaría, seguida de una jaculatoria y una ofrenda de una moneda al mes, salvaría la vida de muchos niños de China.

Los niños y niñas no solo ayudaban a Cristo a salvar muchas vidas, sino que también recibían formación humana y espiritual para que esta causa fuese más edificada en las raíces católicas. La Obra de la Santa Infancia, en referencia a la infancia de Jesús, llegó a su fundación el 19 de mayo de 1843.

La Santa Infancia inicia en Venezuela

En nuestro país, la IAM comenzó hacia el año 1962 con el P. José Tornero OP, quien acompañaba a los niños y niñas con la revista infantil “El amigo de los niños” para la catequesis. Por petición de los Frailes Dominicos, de la que hacía parte el P. José Tornero, que estaban en China, se inició en Venezuela la Obra de la Santa Infancia (como se llamaba en ese momento).

Poco tiempo después, en 1963, los frailes pusieron a disposición del Cardenal José Humberto Quintero, entonces arzobispo de Caracas, a Fray Celerino Anciano. El Cardenal Quintero lo aceptó con mucha alegría. Pero no fue una tarea sencilla para Fray Celerino, ya que tuvo que ingeniarse muchas ideas y mantenerse en oración, para que, con la gracia del Espíritu Santo, pudiese así dar inicio a la Obra de la Santa Infancia. Es por eso que crea una primera campaña como estrategia para dar a conocer la Santa Infancia en Caracas y luego poder llegar a las demás diócesis.

Quien nos ama nos ayuda: lema de la IAM en Venezuela

Para la campaña del año 1965, el afiche decía: “Quién nos ama nos ayuda”. Era la respuesta a la pregunta de la campaña anterior que decía: “¿Tú crees que nos ayudarán?” En el volante de ese año aparecían dos niños que se convirtieron en la Imagen gráfica de la Infancia Misionera en Venezuela.

 La respuesta de los niños invitaba a poner la confianza en Dios, que mueve los corazones de aquellos que lo aman y lo descubren en sus hijos más pequeños y necesitados.

Aumento de los grupos de la IAM en Venezuela

La animación misionera iba creciendo en los niños de parroquias y colegios, y el padre Celerino, advirtiendo la necesidad de formar mejor a los niños para que compartieran su fe y sus medios materiales con los más necesitados del mundo, impulsó la creación de grupos de la IAM que, reunidos semanalmente, recibían formación e información misionera y ofrecían su oración, sacrificio y ayuda por otros niños. La Infancia Misionera en Venezuela se consolidó y se convirtió en modelo, especialmente para las OMP en América Latina.