Fallece el misionero “hermano” de los indígenas nasa
El pasado jueves 4 de abril fallecía en Alpignano, en el norte de Italia, en la Comunidad de los Misioneros de la Consolata donde se acoge a los religiosos mayores de la congregación, el padre Ezio Roattino, conocido como el “hermano” de los indígenas nasa en la zona andina de Colombia. Allí, en el entorno del Cauca, estuvo gran parte de su vida, con breves experiencias misioneras en Nicaragua y Brasil. Fue también formador de religiosos en Londres, Inglaterra, y Martín Coronado, Argentina.
Fallecido a los 87 años, los Misioneros de la Consolata valoraron sus muchos años de misión: “su dedicación a la misión en América Latina, gran amor al Evangelio y a la Virgen de Guadalupe, le hizo asumir el nombre de Guadalupe”. Dominaba la lengua nasayuwe, e impulsó la traducción de la Biblia y otros materiales a la misma.
Nació en 1935 en Isola d’Istria, en aquel tiempo Italia y actualmente Eslovenia. Entró en la congregación de los Misioneros de la Consolata, hizo su profesión religiosa en 1961 y se ordenó sacerdote en 1964, dedicando sus primeros años a los estudios complementarios y al acompañamiento de los seminaristas de la congregación en Roma. En 1971, marchó como misionero a América. Estuvo en las “favelas” en Río de Janeiro, Brasil, y después llegó a Colombia, donde actuó en la pastoral en Tocaima (Cundinamarca), como Superior Provincial, hasta llegar a Toribio, Caldono, Santander de Quilichao y otros pueblos del Cauca, donde vivió y dedicó su gran servicio, como hermano, junto al pueblo Nasa hasta 2022, cuando regresó a Italia por motivos de salud.
El padre Ezio conoció y compartió el trabajo pastoral del padre Álvaro Ulcué, primer sacerdote indígena Nasa asesinado en 1984, y el padre Antonio Bonanomi, misionero de la Consolata fallecido en 2018. Quienes le conocieron destacan que “fue un hombre profundamente comprometido con el pueblo Nasa”. El padre Roattino solía decir que “el pensamiento sin acción es vacío; la acción sin pensamiento es ciega; el pensamiento y la acción sin Espíritu, es muerte”. Por eso, fue un hombre de profunda espiritualidad, que demostraba en el encuentro cotidiano con el Señor, con la meditación de la Palabra de Dios, en el rezo de la Liturgia de las Horas, en la Eucaristía vivida y celebrada todos los días, y en el encuentro con sus hermanos del pueblo nasa.
En el comunicado de condolencia por el fallecimiento del padre Ezio, las autoridades ancestrales del Cabildo Indígena Nasa de Caldono, Cauca, “lamentan profundamente el sensible fallecimiento de nuestro hermano y misionero Ezio Guadalupe Roattino”, quien “dejó en nosotros una huella inolvidable, un sacerdote íntegro que demostró su amor incondicional hacia los más humildes y necesitados, defensor de los derechos humanos de las personas más necesitadas”.
En el mensaje recuerdan que “recorrió cada uno de los rincones de los territorios indígenas y en ese andar aprendió el idioma Nasa Yuwe y realizaba las ceremonias religiosas en lengua Nasa. Siempre se caracterizó por su humildad y su don de servicio hacia el prójimo”.
Fuente: OMPPRESS