Panamá.- Los obispos panameños pidieron este lunes que Panamá adopte leyes migratorias «humanas y respetuosas» de los derechos de todos los que habiten el país, en un comunicado en el que expresaron su «preocupación» por el tono en el que este asunto es debatido en algunos sectores de la sociedad.
En un misiva firmada por la Conferencia Episcopal Panameña (CEP), los prelados recordaron palabras de Francisco en las que el Papa alerta sobre «el resurgimiento, en casi todas partes del mundo, de corrientes agresivas hacia los extranjeros, especialmente los inmigrantes», y destacaron que «los migrantes no son una amenaza».
Los migrantes «son personas que están buscando mejores condiciones de vida a causa del desplazamiento forzado, la trata humana, la violencia, la pobreza, la persecución política y el terrorismo. No podemos responsabilizarlos de los males sociales que nos afectan como país», aseveraron los obispos.
«Somos conscientes de la necesidad de una política migratoria integral del estado panameño, que respete los derechos y la dignidad de los migrantes y refugiados», afirmaron los jerarcas.
Para ello, agregaron, es necesario «un análisis a partir de datos oficiales, de la revisión de leyes y decretos vigentes sobre migración, para adoptar políticas públicas migratorias que garanticen la paz, la solidaridad con los desvalidos, la seguridad y el respeto mutuo entre todos los habitantes de nuestro país».
El Episcopado panameño se pronunció así después de que el Parlamento unicameral aceptó discutir un anteproyecto legislativo que endurece las condiciones para la permanencia de los extranjeros en el país y que fue presentado por la diputada oficialista Zulay Rodríguez con un encendido discurso tildado de xenofóbico.
«Nuestro país ha sido históricamente un país de tránsito, conformado por migraciones, unas forzadas y otras animadas por la búsqueda de una mejor calidad de vida. Panamá siempre ha mantenido sus brazos abiertos para recibir a personas de todo el mundo y este espíritu de solidaridad y fraternidad debe fortalecerse, especialmente en estos momentos», dijeron los obispos.
El presidente panameño, el socialdemócrata Laurentino Cortizo, del histórico Partido Revolucionario Democrático (PRD), dijo que el Gobierno que preside desde el pasado 1 de julio por un período de 5 años presentará próximamente una reforma migratoria «consensuada que ayude al desarrollo del país».
La diputada Rodríguez, quien perdió en unas internas la nominación presidencial del PRD frente Cortizo, presentó varias veces sin éxito durante el Gobierno de Juan Carlos Varela (2014-2019) la iniciativa para reformar la política migratoria.
El discurso con el que Rodríguez presentó esas iniciativas fue tildado de xenofobia por diversos sectores locales, mientras que otros lo han aplaudido.
El vicepresidente panameño, José Gabriel Carrizo, ha dicho que el Gobierno enfrentará el tema migratorio como una política de Estado que «sin provocaciones de rechazo, de odio, sin discriminar, entendiendo que todos los países, la mayoría de los países civilizados, tienen política migratoria para controlar quién se queda y quién se va»