En Memoria del padre Nelson a un mes de su partida
Nació en Saint-Sauveur, provincia de Quebec, Canadá, el 18 de enero de 1947, ingresó en la congregación de los Misioneros de la Consolata y se trasladó a Buffalo, Estados Unidos, para su formación filosófico-teológica, siendo ordenado a su regreso a Canadá en 1979.
Después de un curso de actualización en Roma, es enviado en mayo de 1982 a Venezuela, y transferido poco tiempo después de su llegada a la parroquia de Sinamaica, en La Guajira, donde se estableció para su primera misión en Venezuela.
Respondiendo a la invitación que el papa Pablo VI había hecho a las Obras Misionales Pontificias (OMP) de ofrecer un servicio de animación misionera para los jóvenes, el padre Celerino Anciano, sacerdote dominico, director para entonces de las OMP, solicita ayuda a los Misioneros de la Consolata para establecer este servicio.
Los Misioneros de la Consolata designaron para ese servicio al padre Nelson, quien se unió a la hermana Orfa Ardila, misionera de Santa Teresita, ya para entonces integrante de las OMP.
Así entre los días 13 y 19 de junio de 1983 se realizó la Asamblea Nacional de las OMP en Venezuela en la que se notificó el nacimiento de un nuevo servicio dentro de la conocida Obra Pontificia de San Pedro Apóstol, para la formación de los Sacerdotes. Se trataba de «JOVENMISIÓN».
El padre Nelson y la hermana Orfa recorrieron Venezuela realizando encuentros con los jóvenes, en todos los niveles, para así formar y captar líderes para la misión en la diversidad cultural y la internacionalidad.
También organiza el primer Campamento Juvenil Misionero internacional, en el que participaron jóvenes de Colombia y Puerto Rico, y también del interior de Venezuela.
Hacia finales de la década de los 80´, enferma gravemente y tiene que dejar el servicio de JOVENMISIÓN, regresando a Canadá para su tratamiento. Superando con éxito la enfermedad seguiría su quehacer religioso en Canadá, ocupándose de la animación y la formación de su congregación, hasta el 8 de octubre de este año, cuando deja su vida terrena para ir al encuentro definitivo con el Padre en la patria celeste.
Al padre Nelson las OMP le deben el gran carisma que infundió en el servicio de JOVENMISIÓN y la fisionomía que aún se conserva.