Adviento sin fiestas y sin luces para los cristianos de Oriente Medio
Para muchas comunidades cristianas de los países de Oriente Medio, el tiempo que precede a la Navidad está marcado por el dolor y la angustia de la violencia que ha vuelto a estallar en Tierra Santa. Se multiplican también las disposiciones y los símbolos para expresar exteriormente los sentimientos con los que este año muchos bautizados esperan celebrar el nacimiento de Jesús, la luz que llega en un mundo oscuro y herido por el mal, donde no hay lugar para adornos e iluminaciones.
Ya desde noviembre, las iglesias y municipios de Belén y Ramala han anunciado la cancelación de todos los momentos de convivencia que suelen presidir y acompañar las solemnidades de la época navideña, en solidaridad con el pueblo de Gaza. Los patriarcas y jefes de las iglesias de Jerusalén han pedido a las comunidades eclesiales que celebren las solemnidades litúrgicas sin acompañarlas con fiestas y celebraciones externas, y recaudando donativos para la población de Gaza.
Munther Ishaq, pastor luterano de Belén, ha montado en su iglesia una escena de la Natividad de Jesús entre escombros, ramas rotas y cascotes, repleta de iconos y velas, para simbolizar la devastación causada en Gaza por los bombardeos. «El mensaje es que Dios está con nosotros en este dolor», ha declarado Munther Ishaq a la Agencia turca Anadolu.
También en Siria, el obispo Hanna Jallouf, franciscano de la Custodia de Tierra Santa, que ha asumido recientemente el cargo de vicario apostólico de Alepo de los latinos, en una carta firmada el martes 5 de diciembre, ha pedido a los sacerdotes, monjes y monjas de la Iglesia latina en Siria que «limiten las celebraciones de Navidad y Año Nuevo en el interior de las iglesias, parroquias y monasterios, en solidaridad con el pueblo palestino, especialmente en la Franja de Gaza».
En el mensaje, relanzado por el sitio web abouna. org, el obispo franciscano escribe: «En vista de la situación actual que atraviesa nuestro país en general, y en solidaridad con Gaza y el pueblo palestino, que fueron los primeros en ayudarnos durante la guerra y el terremoto, pido que las celebraciones de Navidad y Año Nuevo se limiten a nuestras iglesias, monasterios y parroquias. Feliz Año Nuevo. Oh hijo de la gruta, ruega por nosotros».
Fuente: Agencia Fides